Son todas aquellas situaciones médicas que requieran de una atención rápida por sus características, pero que no ponen en ningún momento en peligro la vida o la integridad física del paciente.

Las mismas son atendidas por profesionales médicos, que evaluarán la sintomatología que represente el paciente, indicando su adecuado tratamiento, o si la patología lo requiera, su posible internación.